Ayer, en un librería.

Darío (4 años): «¡Bien! ¡Vamos a ver libros!»

Román (2 años): «NO, NOOOO»

Darío: «Sí, Román ¡que vamos a ver libros de niños, no de personas!»

A mi hijo número 1 ahora le ha dado por las magdalenas. Le encantan. No se cuantas se comería si le dejáramos. El otro día empieza a comerse una y según la muerde, se queda mirándola fijamente, hasta que dice:

– mapá, dame otra («mapa» es la unión de mama + papa)

– pero termina antes esa ¿no?

– no puedo comerla

– ¿Por qué?

– Porque tiene cara.

Así que cogemos la magdalena y el papá y yo vemos con asombro que las burbujas, los agujeritos que hacen esponjosa la magdalena, dibujan una cara con sus ojos, nariz y boca.

Le dimos otra magdalena.

Tu primer cumple.
Las 7 y pico de la mañana.
Has abierto los cajones para usarlos de escalera,
escalando has subido hasta arriba
y con felicidad absoluta has cogido la figura del caballo.
Esta vez has ganado.
Hoy has empezado el día con algo significativo de lo que ha sido y posiblemente será tu vida.
¡Felicidades!